Nadie previó en el gobierno de Lifschiz, que los veranos de Santa Fe son uno de los más álgidos en estas latitudes en donde salta el termómetro. Mucho lenguaje “inclusivo”, casas para LGBT, tratamientos hormonales, pero les faltó al socialismo el mismo empeño en planificar adecuadamente los sistemas de refrigeración.

Los medios hablan hoy de reorganizar la atención en el sector de internación. Además, comenzó el traslado de pacientes a otros efectores y/o a sus domicilios particulares, y analizan otorgar asueto al área administrativa.

Es un espectáculo espantoso y apocalíptico propio de las películas como el “Juego del Calamar”, en donde los pacientes son “eliminados” sistemáticamente. Los mandan a su casa, con sondas, suero. Y en otros casos, se ven bajar los ventiladores de los autos, o de las motitos de baja cilindrada, aunque no falta el caso de ser trasladados en carro, ya que el hospital atiende gente de bajos recursos.

Lo curioso es que, los recursos del estado van a parar a la empresa RTS, la cual cubrió con amplia capacidad de personal y tecnología, el evento Umbanda de Iemanjá, en la costanera santafesina, donde se encuentran gallinas degolladas, flores y perfumes constantemente.

Todo un replanteo que deberá hacerse la ciudadanía en estas elecciones. Lo que se sabe del señor gobernador es que, estuvo haciendo sesiones de fotos en un torneo de tenis en el Jockey Club de Rosario, según posteó Amalia Granata. La casta, queda demostrado, está gobernando.