Una crisis terminal atraviesa lo que en otras épocas fue uno de los colegios más renombrados de la Capital
Como las imágenes lo denotan, y hablan por sí mismas, generan un contexto que el lector sabrá interpretar. Y surge la pregunta: ¿Cuál es el mensaje que quiere dar el Gobierno a los jóvenes que quieren educarse para un país mejor?
Las redes sociales hablan: bancos rotos, cortinas destrozadas, pizarras agujereadas y sanitarios como sacados de un noticiero sobre la guerra en Ucrania o atravesados por misiles. Cualquier imagen de la televisión internacional en un conflicto armado, es pura casualidad.
Evidentemente, el ajuste sobre la educación y lo público, ha calado hondo en el Gobierno provincial. No solo se consumó contra docentes y estatales, no solo va contra los empleados del poder judicial y la EPE, sino que van por la anulación de los derechos del estudiantado. El objetivo coincide con el ideal del presidente. Cerrar cátedras, quitar mejoras, bajar los sueldos, aumentar el rendimiento bajando los incentivos.
Todo esto, parece sacado de “La Forestal”, el libro Guía de Gastón Gori, escritor santafesino. El ajuste brutal de la motosierra llega a tierras santafesina, entre maestro a nivel nacional y discípulo fiel a nivel provincial, con aires anticipados de futuro presidente.
Entre tanto, docentes, alumnos, cooperadores y padres, ven como la educación pública se deteriora día tras día, y un ideal mejor queda plasmado en una contracara feroz de desidia, abandono y ataque embozado contra las aulas, el sector docente y la educación.
Algo que no estaba en la plataforma electoral, pero como premio sorpresa, aparece como dentro de un huevito “Kinder”. Solo que menos grato.