“El Gobierno prometió el edificio, pero las obras no comenzaron y cursamos en un edificio que se cae a pedazos. Al ser tantos estudiantes, éramos 170, cursábamos en el auditorio, pero se cayó el techo y la solución que nos dieron fue cursar una semana presencial y otra remota; ahora, en tercer año nos hicieron volver al auditorio que no estaba reparado y con el riesgo de que se sigan cayendo pedazos de mampostería. Entonces empezaron las reparaciones y nos sacaron del establecimiento”, expresaron.

El pasado viernes se había llevado a cabo una manifestación en las márgenes de la vía ubicada a metros del colegio Almirante Brown, con el cual comparten edificio. Todo esto llamó la atención de las numerosas personas que pasan por el lugar. Nada parece hacer mella en la estructura del Gobierno y en la espantosa gestión de Pullaro, pero cada vez toma más firmeza el reclamo social por los estudiantes de esta casa, una de las instituciones más prestigiosas de Santa Fe.