Gremiales
Todo por una noche de farra

ASOEM, Milei y Poletti: la triada que apunta a la yugular del municipal

La “Fiesta del municipal”, y el trasfondo que destapa una tensa situación para los trabajadores municipales.

“Mientras la dirigencia de ASOEM festeja haber agotado la venta de tarjetas para la “Fiesta del municipal”, los afiliados siguen contando “moneditas”, dice Horacio Márquez, sobre la próxima “Fiesta del municipal”.

Márquez, es un fiel lector calcula que el costo de la tarjeta es de 150.000 pesos, lo cual multiplicado por 3000 (número de tarjetas vendidas), arroja como resultado 450 millones de pesos, que la AFIP ni nadie audita, sobre qué clase de impuestos deberían conllevar.

Asimismo, aduce que “el gremio consigue un aumento que se lo queda con la cuota de la tarjeta en cuestión”, y agrega: “Lo peor de todo esto no es que se lo están quitando al obrero, sino lo que no te dan como responsables de pelear por tu salario”

Pasame la franela nomas

En ese marco, se pregunta por qué les preocupa más la entrega (ya serial, compulsiva, obsesiva) de uniformes que la suba del salario de los trabajadores. ¿Acaso el gremio tendrá algún negociado con las textiles y con el intendente? Esto ya viene desde la época de Emilio Jatón y no se publicita ningún concurso de oferentes por parte del gremio ASOEM.

Ahora bien, Márquez señala que “el deterioro salarial de los trabajadores municipales se ve acorralado y agobiado desde abajo y desde arriba. Desde abajo el gremio se fagocita el poquito aumento que les consigue a las categorías más bajas y desde arriba el gobierno de Javier Milei impone nuevamente el impuesto a las ganancias a los salarios”, e ejemplifica: “Es decir que si el obrero tiene una buena categoría o puede hacer horas extras para llevar un pesito más a su casa, le van a descontar “ganancias”, ¿La vez?.

“Aún peor, el sindicalismo del SIGLO XXI, como le gusta hacerse llamar a los dirigentes principales de ASOEM: Pablo Casale y Juan Medina, reúnen al cuerpo de delegados para hacerles saber que van a iniciar negociaciones para una nueva paritaria en agosto e insisten en tomar como parámetro para las negociaciones el mes de Febrero, con lo cual favorecen al bolsillo del intendente”, remarcó el lector.

Dicho esto, apunta: “Jamás dicen cuánto están dispuestos a pedir de aumento, porque viven pendientes de lo que hace FESTRAM para pedir uno o dos puntos más de aumento y hacerte creer que son los mejores del mundo”.

Para cerrar, Márquez lamenta la “mansedumbre” de los municipales, callados y meditabundos, sin levantar cabeza, y pregunta si acaso la vacuna del COVID logró su cometido de amansar la gente y volverlas “ovejas”, en su comportamiento.

Lectores: 116

Envianos tu comentario