Economía y Empresas
Números rojos

Las industrias provinciales se hunden: la actividad cayó un 9,5 por ciento en mayo

La situación del país repercute duramente en Santa Fe y empuja al sector a la recesión por la falta de consumo. (Dibujo: NOVA)

En medio de una durísima crisis económica que afecta al país, las industrias de la Provincia de Santa Fe siguen cayendo en picada y la actividad fabril no repunta. En mayo, la producción industrial santafesina registró una baja del 9,5 por ciento interanual y acumula en cinco meses una caída de 13,2 en relación al mismo período del año pasado, resaltó el último informe de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe).

Durante el quinto mes del año el índice de producción industrial se ubicó por debajo del nivel alcanzado en 2021, 2022 y 2023, incluso es inferior al registro de 2018 y 2019. Según Fisfe, “la devaluación de diciembre de 2023 y sus efectos sobre la menor demanda interna y los mayores costos, sumado al recorte de la obra pública nacional, obstruyen la producción fabril en la provincia”.

El panorama revelado por el informe es alarmante. El 87 por ciento de las ramas industriales analizadas en Santa Fe enfrentó en mayo una caída interanual de su producción. Sobresalen las bajas en la producción automotriz con una disminución de la actividad del 46,5 por ciento, las carroceras 42,1, la industria siderúrgica 39,5, del mueble y colchones 37,4 y maquinaria agrícola 28,6.

“Si bien la actividad podría estar cerca de un piso, el sector industrial enfrenta dificultades por la baja demanda, así como aumentos de costos. Será importante que, en la medida que haya una recuperación del mercado interno, la misma no sea canalizada únicamente en mayores importaciones, sino que traccione una recuperación de la producción local y el empleo”, resaltaron desde la entidad fabril.

El informe también precisó que, desde inicios de 2024, el total de trabajadores asalariados registrados en el conjunto de actividades económicas del sector privado en Santa Fe muestra caídas. Por cuarto mes consecutivo, en abril el empleo formal en la provincia se contrajo 1,5% interanual, equivalente a 8.397 trabajadores asalariados menos respecto a igual mes de 2023. En rigor, el empleo industrial, que acusa caídas interanuales desde febrero de 2024, presentó en el mes de abril una baja 2,2% interanual, equivalente a 3 mil trabajadores asalariados menos en relación al mismo mes del año anterior. La actividad de la construcción enfrenta un menor nivel de ocupación desde el último tramo de 2023, acelerando su caída en marzo y abril al registrar bajas de 14,1% y 13,05 respectivamente, equivalente a 5 mil trabajadores asalariados menos en relación a 2023.

Entre las bajas en la provincia, resaltan las áreas de producción de fiambres y embutidos (-2,4 por ciento), maquinaria de uso especial (-4,3), prendas de vestir (-5,9), autopartes (-7,3), carne vacuna (-8,0), maquinaria de uso general (-11,7), productos lácteos (-12,4), edición e impresión (-17,5), productos de metal y servicios de trabajo metales (-18,4), papel y productos papel (-20,1), manufacturas de plástico (-25,2), maquinaria agropecuaria (-28,6), muebles y colchones (-37,4), industria siderúrgica (-39,5), carrocerías-remolques (-42,1), y vehículos automotores (-46,5).

Cinco actividades fabriles registraron en mayo de 2024 importantes mermas de producción, dando cuenta de gran parte de la caída de -9,5% observada por el conjunto de la industria manufacturera en la provincia. Industria siderúrgica (-3,5 p.p.), Maquinaria agropecuaria (-1,5 p.p.), vehículos automotores (-1.0 p.p.), productos lácteos (-0,8 p.p.), y productos de metal y servicios de trabajo de metales (-0,8 p.p.), fueron las actividades de mayor incidencia negativa en la variación interanual del índice de producción industrial de Fisfe.

En el otro extremo, la molienda de oleaginosas fue la actividad sectorial de mayor contribución positiva (+3,0 p.p.). Descontando esta particular situación ligada a la baja base de comparación que representó el año 2023 por efecto de la sequía, la producción industrial en Santa Fe hubiese registrado en mayo una baja de 13,3% interanual.

Algunos datos son positivos. Por quinto mes consecutivo en mayo de 2024 el procesamiento de porotos de soja en la provincia de Santa Fe registró una mejora de 14,6% interanual, mientras que la producción de aceite de soja creció un 14,5% frente a 2023. En cinco meses de 2024 el nivel de actividad del complejo industrial soja presentó una recuperación respecto del año anterior como resultado de la mejor campaña agrícola. En la medición acumulada la industrialización de soja superó las 13,8 millones de toneladas; es decir, 3,1 millones de toneladas por encima de 2023. Además, la elaboración de aceite de soja, que alcanzó a 2,77 millones de toneladas, acumuló un alza de 670 mil toneladas frente al año anterior. De manera complementaria, al mes de mayo de 2024 la producción santafesina de biodiesel de soja creció un 15,2% respecto al año anterior, tanto por mayores ventas destinadas al corte y al mercado internacional. Las exportaciones fueron de 103 mil toneladas, mientras que la producción total alcanzó a 273 mil toneladas.

Por otro lado, la faena bovina en la provincia de Santa Fe presentó en abril y mayo de 2024 sendas caídas de 12,9 por ciento y 8 interanual respectivamente. En cinco meses el indicador sectorial arrojó un retroceso de 6,8 puntos porcentuales respecto al mismo período del año pasado, equivalente a disminución de 68 mil cabezas procesadas. La menor actividad sectorial se explica por la caída del consumo interno de carne bovina, que en cuatro meses disminuyó un 17,7, alcanzando a solo 43,5 kilogramos por persona por año.

En tanto, la industria del acero sufre un duro golpe. Fisfe detalló que la producción del metal en Santa Fe enfrentó en mayo de 2024 una disminución de 39,5 por ciento interanual, acumulando en cinco meses un descenso de 47,0 en relación al mismo período del año pasado. Además, en mayo la producción de laminados se redujo un 44,6 interanual, y un 52,0 tras cinco meses. En los últimos seis meses la reducción de la demanda de productos siderúrgicos derivada de la paralización de la obra pública nacional coarta de manera significativa la producción sectorial en la provincia, resaltó la entidad. El volumen producido en los primeros cinco meses de 2024 es el más bajo de al menos los últimos 16 años, ubicándose incluso por debajo de los mínimos de 2009 y 2020.

El rojo también se observa en el nivel de actividad de la industria metalúrgica en Santa Fe. Presentó en mayo de 2024 una nueva caída de 22,2 puntos porcentuales interanuales. Desde fines de 2023 y hasta la actualidad la producción sectorial enfrenta bajas intensas en torno a un 30 por ciento interanual. De acuerdo al índice de producción sectorial de Fisfe en cinco meses de 2024 la producción metalúrgica santafesina acumuló una contracción de 29,7% en relación al mismo período del año anterior. "La menor demanda interna de bienes de consumo y de inversión, la caída de la actividad de construcción afectada por la paralización de la obra pública nacional, y los mayores costos de los insumos básicos, logísticos y de la energía se encuentran afectando a la industria metalúrgica santafesina", explicaron.

Sin energía

Al mismo tiempo, el informe de Fisfe alerta que la demanda de energía eléctrica por parte de un grupo importante de grandes usuarios industriales con actividad en Santa Fe registró en abril y mayo de 2024 una disminución de 21,7 y 18,2 por ciento interanual respectivamente.

En los cinco primeros meses de 2024 el consumo de energía eléctrica acumuló un retroceso de 17,3 por ciento en relación al mismo período del año anterior, ratificando así la caída de la actividad fabril. Desde la perspectiva sectorial, en cuatro grandes plantas siderúrgicas con actividad en Santa Fe en mayo de 2024 la demanda de energía eléctrica se contrajo un 37,5 interanual, y un 38,5 por ciento en la medición acumulada al quinto mes del año.

Además, la demanda de energía en once plantas integrantes del complejo oleaginoso, mostró en mayo de 2024 un crecimiento de 22,6 interanual, y una mejora de 29,3 por ciento en cinco meses. En el resto de las actividades industriales se verificó en el período enero-mayo una caída de la demanda de energía eléctrica cercana a un 5,0 respecto del año anterior.

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