Por su parte, Pullaro, informó hace días que el programa tendría modificaciones, regresando la devolución actual de 8.000 a los 5.000 pesos iniciales a partir del próximo viernes 1 de diciembre. A su vez, la vicegobernadora Gisella Scaglia agregó que “el reintegro ya no será universal, sino segmentado según los ingresos”, argumentando que “No es justo que entre todos estemos subsidiando a gente que no necesita Billetera”.

“Todos tenemos la tentación de segmentar, pero yo me acuerdo cuando el presidente Macri usó la misma argumentación para decir que había jubilados que tenían un velero y el Estado le pagaba los remedios. Le sacó los remedios a todos los jubilados”, recordó mordazmente el referente del sector comercial, y explicó: “Pasan estas cosas con las generalizaciones. A lo mejor lo segmenta bien y en lugar de darle 8 mil le pasa 20 mil pesos a los sectores populares que lo necesitan y nos habrá tapado la boca a todos. Por ahora no habría que tocarlos, sino que habría que incrementar el retorno de esa plata, porque vaya si los vamos a necesitar en los próximos tiempos. Y si quieren hacer algo revolucionario, que el Banco de Santa Fe ponga parte de ese dinero, ya que esquilma a todos los comerciantes”.

Además, Milito negó que los consumidores utilizaran la aplicación Billetera Santa Fe para gastos suntuosos, y sostuvo que “si empezamos a usar esa forma tan limitada de analizar la situación, a nosotros los comerciantes nos perjudican. Y al Estado también, porque esto lo que hacía era elevar la facturación en blanco, a esto me refiero con que hubo un círculo virtuoso”, y acusó: “Acá lo que se busca es poner menos plata en el programa Billetera Santa Fe”.

El referente almacenero apuntó que los gastos por el mantenimiento de las cuentas en el Banco Santa Fe Provincia “son faraónicos”. “Un posnet vale 10.500 mil pesos mensuales. De cada 30 pesos que se devuelve, el comerciante pone 4,50 pesos. Es el ganar o ganar del banco, sumado a las 30 mil cuentas que dijo el Estado provincial que le generamos con el programa. En Argentina parece un pecado decir que la plata la tienen que poner los poderosos”.